El supuesto sabotaje de los gasoductos Nordstream alimenta la subida del precio del gas. Rusia y EEUU se echan mutuamente la culpa

El supuesto sabotaje de los gasoductos Nordstream alimenta la subida del precio del gas. Rusia y EEUU se echan mutuamente la culpa

Los controvertidos gasoductos Nordstream 1 y 2, que unen Rusia con Alemania, se han visto repentinamente afectados por fugas inexplicables en el mar Báltico, según anunciaron el martes 27 de septiembre las autoridades danesas y suecas, lo que hace sospechar de un sabotaje.

Una de las consecuencias, inmediatas es la subida del precio de referencia del gas -el TTF holandés- sigue subiendo hoy, pero de forma algo menos pronunciada (+6,30%) que ayer (+7,06%). Y se acerca a los 200 euros por MW/h. Y esto se traducirá inevitablemente en un aumento del precio del gas natural en todos los países de Europa, incluida España.

El TTF, por Facilidad de Transferencia de Títulos, es el índice holandés que se utiliza actualmente como punto de referencia para el precio del gas en Europa. Es decir, aunque España compre su gas a Estados Unidos o Argelia, los precios se fijan acordes el TTF.

Los precios del gas han seguido subiendo por un movimiento de miedo más que por el temor al desabastecimiento. Y es que los gasoductos, que conectan Rusia con Alemania, estaban fuera de servicio debido a la guerra en Ucrania, pero aún contenían gas.

De todos modos, el miedo a un desasbatecimiento de gas y por tanto de energía es tal que Volkswagen, por ejemplo, se plantea trasladar parte de su producción fuera de Alemania, y España podría ser uno de los países en recibir ese plus de producción.

El martes, el descubrimiento de tres fugas en los Nord Stream 1 y 2 en el Mar Báltico hizo pensar rápidamente en un sabotaje. El mismo día, Dinamarca y Suecia mencionaron “actos deliberados” cometidos en sus respectivas zonas económicas exclusivas.

Las fugas, frente a la isla danesa de Bornholm (entre el sur de Suecia y Polonia), eran visibles en la superficie con burbujas de entre 200 y 1.000 metros de diámetro, según el ejército danés. Dos explosiones submarinas “muy probablemente debidas a detonaciones” se registraron cerca de los lugares de las fugas de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 poco antes de ser detectadas, según ha anunciado el instituto sísmico sueco.

¿Quién es el responsable del sabotaje?

Las fugas en gasoductos son muy raras si a eso le añadimos las explosiones que afectaron a los dos gasoductos, la tesis del sabotaje parece la más probable. La pregunta del millón ahora es quién ha sido.

Mientras los europeos denuncian un “sabotaje”, el Kremlin se defiende de cualquier implicación y echa la culpa a Estados Unidos, mientras la tensión no deja de subir entre los dos países y sus aliados, con la guerra en Ucrania de trasfondo.

Joe Biden

“El presidente estadounidense está obligado a responder a la pregunta de si Estados Unidos ha cumplido su amenaza“, dijo en Telegram la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zakharova, en referencia a las declaraciones de Joe Biden a principios de febrero en las que aseguraba que Washington “detendría” el Nord Stream 2 si Moscú intervenía militarmente en Ucrania.

La Casa Blanca alega que estas declaraciones eran en realidad una referencia a la intensa presión ejercida por el presidente estadounidense para que Alemania abandonara el proyecto de gasoducto Nord Stream 2, una presión que finalmente dio sus frutos.

Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, Moscú no habría tenido interés en orquestar un sabotaje: las fugas son “problemáticas para nosotros, porque los dos tubos están llenos de gas (ruso) listo para ser bombeado, y este gas es muy caro. Ahora este gas se escapa”, lamentó.

Vladimir Putin

Sin embargo, la historia militar de Rusia (heredera de la URSS) está llena de casos en los que sabotean sus propias instalaciones o bombardean sus propios pueblos para justificar una escalada bélica o directamente entrar en guerra.

Ha sido el caso con Ucrania, con la burda excusa de desnazificar el país y acabar con el genocidio de rusoparlantes en el Donbas. Aunque el ejemplo más famoso es el bombardeo por parte del Ejército Rojo de Mainila, un pueblo ruso cerca de Finlandia, el 26 de noviembre de 1939, sirvió de excusa para invadir Finlandia. Lógicamente, todo ello hace pensar que Rusia pudo sabotear los gasoductos para echar la culpa a Estados Unidos.

Algunos analistas creen que, si se confirmara que ha sido Rusia, este sabotaje sería un aviso a navegantes. Han podido inutilizar Nordstream sin ser detectados y por tanto podrían hacer lo mismo con los otros gasoductos que cruzan el Báltico o incluso con el cableado de internet. Y ahí sí que sería un enorme problema para Europa.

De momento, no hay pruebas que haya sido un acto de Rusia o de Estados Unidos. En ambos casos, los dos salen ganando: Estados Unidos venderá aún más gas a Europa y Rusia se presenta como víctima ante la opinión pública internacional.

Por su parte, la Unión Europea prometió la “respuesta más enérgica” al “sabotaje” y el gobierno danés calificó las explosiones de “actos deliberados”. Aunque no nombraron a ningún responsable, Ucrania afirmó que las filtraciones eran el resultado de un “ataque terrorista planificado” por Rusia contra los países europeos.

Y en medio, los europeos. Sin gas. O como poco con un suministro de gas todavía más comprometido de cara a un invierno en el que se nos pone la crisis energética aún más complicada.


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El supuesto sabotaje de los gasoductos Nordstream alimenta la subida del precio del gas. Rusia y EEUU se echan mutuamente la culpa

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Motorpasión

por
Daniel Murias

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