La DGT pondrá más difícil renovar el carnet a los mayores de 65 años. Se acabó lo de un psicotécnico igual para todos
El debate sobre los plazos y las pruebas para renovar el carnet en conductores de avanzada edad lleva tiempo sobre la mesa. Y ya es definitivo: la DGT modificará este procedimiento entre este 2022 y 2023, estando entre las medidas enmarcadas de la Estrategia de Seguridad Vial 2030.
Una demanda que ha sido recurrente desde organismos de seguridad vial, que consideran el plazo actual demasiado amplio para mayores de 65 años. Por otro lado, las pruebas psicofísicas para superar este trámite son las mismas para todos los conductores, ya sea un joven de 28 años o un anciano de más de 90 años.
Así, la DGT ha confirmado que acortará los plazos para la renovación para los conductores mayores de 65 años y a su vez también aplicará un psicotécnico más riguroso. Pero sobre todo, ya le ha puesto fecha: la medida llegará antes de 2023.
Plazos inferiores a cinco años y diferentes intervalos
A día de hoy, los conductores que superan los 65 años ya tienen aplicados plazos inferiores al del grueso de conductores que, según tipo de permiso y vehículo, oscila entre los 10 años y los cinco años.
Así, a partir de 65 años, los automovilistas deben someterse a este trámite en los siguientes intervalos, que igualmente varían por tipo de vehículo:
- Permisos AM, A1, A2, A y B: cada cinco años (coches, motos, ciclomotores…).
- Permisos C, C1, D, D1, EC, EC1, ED, ED1 etc.: cada tres años (camiones, industriales pesados, autobuses…).
De momento la DGT ha confirmado que se acortará el plazo, pero si detallar cuánto. Asimismo podrían fijarse diferentes intervalos, adaptados “a la evolución psicofísica” de los conductores, es decir “subdividir” ese grupo “excesivamente amplio y diverso”, según ya adelantó Tráfico.
Por ejemplo, la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial), uno de los organismos que lleva tiempo pidiendo esta reforma, considera que las personas de más de 70 años debieran acudir a renovar el carnet cada dos años.
Sea como fuere, habrá que esperar a que la DGT defina los mismos, para lo que realizará un estudio a fin de adaptar los tiempos de vigencia a la realidad y en base a diferentes edades a partir de los 65 años.
Pruebas más adecuadas a conductores mayores
Más allá de los intervalos, para renovar el carnet de conducir es indispensable someterse a pruebas psicofísicas.
Y a diferencia de lo que ocurre con los plazos éstas sí que son homogéneas para todos los conductores pese a que, en general, cuanto más se avanza en edad suelen disminuir condiciones psicofísicas como la agudeza visual o los reflejos.
En general, los centros médicos suelen poner a prueba, y lo cierto que de forma no muy exhaustiva, las siguientes áreas:
- Valoración de la capacidad visual.
- Revisión de la vista.
- Valoración de la capacidad auditiva.
- Revisión de oídos.
- Test psicotécnico para medir la anticipación de la velocidad y la coordinación visomotora (son los desfasados test realizados con el ordenador).
- Análisis médico general. Comprobación de la tensión arterial, el pulso y una auscultación cardio-pulmonar rutinaria.
- Anamnesis. Información proporcionada por el propio paciente durante el reconocimiento.
Este examen médico tiene fama de ser bastante laxo, así que a menos de que el resultado sea escandalosamente negativo, lo habitual es pasarlo.
Así lo demostró por ejemplo un estudio de la Fundación Línea Directa, ‘Mayores de 65 años al volante: ¿peligro real o mito social?’, que postulaba que el 98 % de los conductores afirman no haber suspendido nunca un examen psicotécnico y un 9 % reconocen haber obtenido el Apto prácticamente sin hacerlo.
Y a ello se suma otro problema, como señala Fesvial: un gran grueso de los mayores de 65 años (la mitad), tiene prescrita una media de cinco medicamentos diarios y algunos de ellos son incompatibles con la conducción.
Además, a la laxitud de las pruebas, se suma el hecho de que hay conductores que tienden a ocultar enfermedades o exagerar bonanzas para así obtener la renovación y poder seguir conduciendo. Lo que no solo se aplica a los de edad más avanzada.
Esto podría solucionarse con el requerimiento de presentar un informe de salud previo. Algo que ahora no ocurre. Otra solución es que se cruzaran datos entre Sanidad y la DGT: por ejemplo en Francia o Suecia, si el médico detecta que un paciente desarrolla una patología que puede afectar a la conducción lo comunica a las autoridades de tráfico.
De nuevo, Tráfico no detalla cómo serán las pruebas para mayores, más allá de señalar que se actualizarán los protocolos de exploración médico-psicológica en Centros de Reconocimiento de Conductores en colaboración con el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Medicina del Tráfico.
Se trata por tanto de encontrar un equilibrio entre asegurar que los conductores más mayores tienen las suficientes capacidades físicas para ponerse al volante, sin poner en peligro su vida o la de otros usuarios, pero a su vez no atentar contra su derecho a la movilidad y a la libre circulación.
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La DGT pondrá más difícil renovar el carnet a los mayores de 65 años. Se acabó lo de un psicotécnico igual para todos
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Motorpasión
por
Alejandra Otero
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