Auge y caída del Burán, el transbordador soviético que fue al espacio una vez y no volvió jamás

Auge y caída del Burán, el transbordador soviético que fue al espacio una vez y no volvió jamás

A lo largo de los años hemos oído hablar muchas veces de los transbordadores espaciales. Cuando escuchábamos ese término, por lo general, lo asociábamos a los vehículos reutilizables estadounidenses, entre ellos el Atlantis, que en 2011 marcó el fin de los de su tipo. Sin embargo, también existió el Burán (cuyo nombre significa tormenta de nieve en ruso), que estaba destinado a ser el corazón del programa espacial soviético.

Para muchos esta nave espacial de la Unión Soviética fue una adelantada a su tiempo. El 15 de noviembre de 1988 realizó su primer vuelo al espacio desde el cosmódromo de Baikonur (ahora en manos de Kazajistán). Sin cosmonautas a bordo, completó dos órbitas alrededor de la tierra y aterrizó en el aeródromo de Yubileiny de forma completamente autónoma. Pero su fin llegó precipitadamente. Así es como se gestó este ambicioso proyecto.

Desarrollo, construcción y único vuelo

El desarrollo del Burán comenzó a principios de la década de 1975 como respuesta al programa del transbordador espacial estadounidense. Los soviéticos sugirieron, según señala la corporación estatal Rostec en su página web, que la potencia y el tamaño de las naves desarrolladas por la NASA podrían ser utilizadas para usos militares, con el lanzamiento de ojivas nucleares y otras cargas.

Por consecuencia, la creación del Burán tenía como objetivo “disuadir a los Estados Unidos en la esfera militar del espacio“. Asimismo, el vehículo reutilizable serviría para poner cargas útiles en órbita y llevar (y también traer de vuelta) astronautas al espacio exterior. Para estos fines se planearon construir cinco transbordadores para hacer unos 30 vuelos anuales.

Los soviéticos ya venían pensando en los vuelos orbitales desde hace años. En la década de 1960 habían iniciado un proyecto denominado Spiral, que incluyó la creación de un avión hipersónico. Ese trabajo preliminar ayudó a acelerar el desarrollo del Burán, que exteriormente era similar a los estadounidenses, pero tenía un buen número de diferencias técnicas que lo hacían único.

Burán

Algunas de las diferencias tenían que ver con la ubicación y número de motores. La nave en sí no contaba con motores principales, ya que estos fueron colocados en el cohete Energía de lanzamiento, sin embargo, sí contaba con motores para ponerlo el órbita. Estos también podían poner más carga en órbita, unas 30 toneladas en comparación con las 24 de los Space Shuttle.

El sistema de propulsión conjunta estaba compuesto por 48 motores: 2 motores de maniobra orbital para poner el dispositivo en órbita 38 motores a reacción para control de movimiento con un empuje y 8 motores más para movimientos de precisión (orientación precisa). Se estimada una tripulación de cuatro personas, pero capaz de aumentar hasta diez.

La construcción del primer prototipo del Burán comenzó en 1980 en la Planta de Tushino. Cuatro años más tarde, en 1984, la nave ya estaba lista. Tenía una longitud de 34,5 metros, una envergadura de 24 metros una altura, incluyendo el tren de aterrizaje, de 16,5 metros. Su peso: 105 toneladas, teniendo en cuenta las 30 toneladas máximas de carga.

El transbordador soviético ya estaba construido, pero movilizarlo desde la fábrica hasta el cosmódromo era un gran desafío. Para estos fines se desarrolló especialmente el Antonov An-225, el actual avión más grande del mundo, pero no estuvo listo a tiempo para ese primer transporte. Por consecuencia, se adaptaron dos bombarderos estratégicos 3M, que se convirtieron en los Myasishchev VM-T Atlant.

El Antonov An-225, el avión más grande del mundo, fue concebido para transportar el Burán a sus espaldas

Buran Antonov 1

Los aviones de transporte gigantescos llevaron “a sus espaldas” el Burán desde Zhukovsky, donde había llegado por mar, hasta el aeródromo de Yubileiny, en el cosmódromo de Baikonur. La base espacial, que es la más antigua del mundo, recibió por aquel entonces una modernización, que incluía una pista de aterrizaje de 4.500 metros de largo 84 metros de ancho.

Antes de su primer vuelo orbital, el Burán realizó 24 vuelos de prueba en la Tierra. Finalmente, como mencionamos arriba, en noviembre de 1988 ocurrió lo que muchos estaban esperando. La nave, sin cosmonautas y sistemas de soporte vital instalados, despegó adherida a un cohete energía, dio dos vueltas a la Tierra y aterrizó acompañada de un MIG-25 que retrató el evento, como muestra el vídeo de arriba.

Burán

Ese vuelo de prueba cumplió con todos sus objetivos. Se demostró que los sistemas eran fiables, principalmente los de navegación automática, pero los eventos que sucedieron luego terminaron por extinguir el proyecto. El Burán que realizó el primer y único vuelo espacial del proyecto fue almacenado en un edificio en Baikonur, cuyo techo colapsó en 2002 destruyendo la nave.

Una segundad unidad, diseñada para el siguiente vuelo, fue comprada por el museo alemán Technik Museum Speyer, lugar donde se exhibe desde 2008. Por su parte, una unidad de pruebas que no terminó de construirse puede ser visitada por el público en el parque Gorki en Moscú. El cosmódromo de Baikonur también cuenta con una nave a escala exhibida.

Imágenes | Roscosmos


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Auge y caída del Burán, el transbordador soviético que fue al espacio una vez y no volvió jamás

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Xataka

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Javier Marquez

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