El autónomo y la economía sumergida, ¿víctima o causante?

El autónomo y la economía sumergida, ¿víctima o causante?

La economía sumergida supone en España una parte importante de las transacciones que se realizan. En total se calcula que puede ascender al 22% del PIB, una cifra muy elevada que en algunos casos hasta triplica la de otros países de la UE. A los autónomos y las pymes muchas veces se les acusa de ser en parte causantes de esta economía sumergida, pero a la vez también son víctimas de la misma.

Porque la economía sumergida implica que todos los trabajos o transacciones que se realizan sin emitir facturas no constan para la Hacienda pública y por lo tanto no se pagan impuestos por ello. Pero también parte de esta economía sumergida son actividades ilícitas que lógicamente nunca pueden estar reguladas ni pagar impuestos por ellos. Desde el tráfico de estupefacientes hasta la prostitución, por citar dos ejemplos.

Y aquí es donde el autónomo y la pyme salen perjudicados, especialmente los que pagan religiosamente sus impuestos, porque para financiar los servicios públicos al final se sobrecarga de impuestos a los que si pagan. Y al final se crea una espiral peligrosa, porque como pagamos muchos impuestos, todo lo que pueda ocultar al fisco mejor no lo declaro…

La Agencia Tributaria ha puesto el ojo de Sauron sobre los pequeños comercios y autónomos en los últimos años. Es cierto que la mayoría de las empresas de nuestros países entran dentro de esta categoría, pero bien es cierto que no todas tienen este tipo de prácticas.

Muchos autónomos y pymes se sienten fiscalmente maltratados por la administración

Por otro lado, la sensación para las pequeñas es que mientras ellas no se pueden escapar, las más grandes tienen elementos fiscales legales para acabar pagando mucho menos de lo que deberían. Por poner un ejemplo extremo, no parece lógico que una peluquería de barrio pague más que Apple España en impuestos. Y esto no ayuda a acabar con la economía sumergida.

Se están dando pasos para corregir esta situación. Por un lado el SII ya controla gran parte de las facturas emitidas por las grandes empresas. Lo lógico sería que poco a poco se bajaran los límites para incluir cada vez a más organizaciones. Una vez pulido el sistema lo ideal es controlar cada vez más empresas. Otro ejemplo es el ticket BAI que se pondrá en marcha el próximo año en el País Vasco y que obligará a autónomos y pequeños comercios a enviar las facturas en tiempo real a las Haciendas forales.

Pero lo que en realidad hace falta es una política fiscal más justa y una campaña de concienciación para acabar con la mentalidad de que ocultar ingresos al fisco está socialmente bien visto, lo hace todo el mundo y si no lo haces tú, es que eres tonto. Mientras eso no cambie, se seguirá al menos intentando ocultar dichos ingresos.

Imagen | FirmBee


La noticia

El autónomo y la economía sumergida, ¿víctima o causante?

fue publicada originalmente en

Pymes y Autonomos

por
Carlos Roberto

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