Margarita Salas regaló su sistema de amplificación de ADN al CSIC generando más de seis millones de euros para la ciencia española
Con la muerte de Margarita Salas, se va una de las mujeres más importantes de la ciencia española del siglo XX. A sus 80 años, la vida de Salas está llena de historias, ideas y anécdotas: desde su huida a Nueva York en el 64 para trabajar con el mismísimo Severo Ochoa a su ingreso en la Real Academia Española con un discurso sobre Genética y lenguaje.
Pero quizás la historia de su gran patente la que nos da una idea más actual de su papel en el desarrollo de la gran reina de la ciencia contemporánea: la genética. Salas descubrió una técnica capaz de multiplicar fácilmente el ADN a partir de muestras escasas y, con ello, ayudó a revolucionar numerosos campos que van desde la medicina de precisión a la arqueología. Y, además, lo patentó a nombre del CSIC “regalándole” en seis años más de seis millones de euros al mayor centro español de investigación.