Cuatro maneras de que tu viejo coche de gasolina o diésel pueda entrar en las ZBE
Hasta ahora, tener un coche sin etiqueta medioambiental de la DGT no pasaba de ser algo anecdótico en casi todas las partes de España, pero eso ha cambiado en 2023. En teoría, a partir del 1 de enero casi 150 ciudades deberían el tráfico en sus calles a través de las ZBE.
En la práctica, muchas localidades no han hecho los deberes y necesitarán algunas semanas más (o meses) para poner en marcha su Zona de Bajas Emisiones. En cualquier caso, estas áreas en las que se restringe el tráfico a los vehículos sin etiqueta ya son una realidad.
Hay excepciones
Madrid es el mejor ejemplo de la trascendencia que tienen las ZBE. La Zona de Bajas Emisiones de la capital comprende todo lo que queda dentro del anillo de la M-30, por lo que su extensión es particularmente grande; en el año 2022 ya se prohibió el acceso a los coches sin distintivo a esta zona y desde el 1 de enero de 2023 ni siquiera pueden circular por la M-30.
El año que viene será peor para los coches sin etiqueta. En Madrid, directamente quedará prohibido su acceso y circulación por todas las vías públicas y urbanas del municipio y, para entonces, deberían funcionar todas las ZBE en las casi 150 ciudades españolas que tienen más de 50.000 habitantes.
Esto significa que el distintivo medioambiental ha pasado a ser algo necesario para miles de conductores por la sencilla razón de que no pueden moverse libremente por donde quieran si su vehículo no luce esta pegatina en el parabrisas. En este grupo entran los coches diésel matriculados antes del año 2006 y los gasolina matriculados antes del 2001.
En esos años las ventas de coches fueron particularmente buenas y, aunque tengan años, siguen siendo modelos muy válidos, sobre todo si están bien cuidados y mantenidos. Por eso hay millones de coches sin distintivo circulando por España y los conductores de muchos de ellos necesitan circular por alguna ZBE con su vehículo.
Los periodos de gracia que han dado algunas localidades (sin ir más lejos, Madrid) permitirán estirar un poco más el chicle de los coches sin distintivo en ciertos sitios para los empadronados, pero no deja de ser un parche temporal que solo beneficia a unos pocos.
Por otro lado, hay quien podrá jubilar su coche y comprarse otro, ya sea nuevo o de segunda mano, pero con etiqueta ECO. El problema es que el precio de cualquier coche está por las nubes y no todo el mundo puede recurrir a esta solución.
Pero hay más alternativas que cambiar de coche y no nos referimos al transporte público, la bici, el patinete eléctrico o ir andando, sino a formas de entrar en una ZBE con un “coche viejo”, si entendemos por viejo un diésel anterior a 2006 y un gasolina anterior a 2001.
Conversión a GLP
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) es el combustible alternativo más usado en el mundo, a pesar de que tiene sus inconvenientes. En España, los coches de combustión que pueden funcionar con GLP y gasolina (denominados bifuel) tienen derecho a llevar la etiqueta ECO, la misma que un micro híbrido o un híbrido convencional.
Hay varios fabricantes que ofrecen esta opción en sus coches nuevos, como Dacia, Renault o SsangYong, pero también se puede convertir un vehículo viejo en bifuel. Adaptar nuestro coche y convertirlo en un automóvil de GLP en un taller autorizado cuesta entre 1.000 y 3.000 euros y la instalación solo es apta para modelos de gasolina con homologación Euro 3 o superior.
Si solo se puede hacer en coche Euro 3, ya deberían tener etiqueta medioambiental, entonces ¿qué sentido tiene? Pues bien, las restricciones no afectan igual a un coche con distintivo B, es decir, el amarillo, que a uno con la pegatina ECO.
Es más, en algunas ZBE solo se permitirá circular a los coches ECO o CERO; gracias a la conversión a GLP, un coche gasolina de 2001 que antes tenía etiqueta B podrá estar en este último grupo, incluso si es un BMW X5 del año 2002 con el motor V8 gasolina de 4.4 litros.
Además, el GLP cuesta bastante menos que la gasolina, el diésel y el GNC, hasta el punto de que es el único que sigue en la barrera del euro por litro. Ese es, precisamente, su mayor atractivo, junto a la etiqueta ECO.
Pidiendo la pegatina
La DGT determina que solo pueden tener etiqueta medioambiental los vehículos que cumplan con la normativa Euro 3 o posterior. Para hacer el corte, tomó el camino fácil y usó como referencia la fecha de matriculación, pero hay modelos matriculados antes de esa fecha de corte que sí cumplen Euro 3.
Dado que en la Resolución 3828 del 13 de abril de 2016 que está publicada en el BOE se recoge que la clasificación medioambiental se rige en función de la normativa de emisiones, estos modelos tienen derecho a llevar la etiqueta ECO, aunque se hayan matriculado antes de 2001 (gasolina) o 2006 (diésel).
De la misma forma, hay modelos Euro 4 a los que les corresponde la etiqueta C, pero llevan el distintivo B por culpa de su fecha de matriculación. En este caso, también tienen derecho a actualizar su distintivo del amarillo al verde.
La forma de saber si un vehículo con matrícula anterior a esas fechas cumple con Euro 3 es mirar su ficha técnica o, directamente, consultando con el fabricante con el número de bastidor (VIN) como referencia.
Si ese modelo es Euro 3, aunque sea un gasolina del año 2000 o un diésel del 2005, se puede reclamar la etiqueta medioambiental a la DGT. Lo primero que hay que hacer es solicitar el certificado de la norma Euro, es decir, un documento expedido por el fabricante que certifica que ese modelo es Euro 3. Algunas marcas lo ofrecen gratis y en otras hay que pagar por ello (alrededor de 90 euros).
Después de conseguir el certificado hay que ir a una estación de ITV para que modifique la ficha técnica del vehículo con los datos correctos. El siguiente paso es acudir a una Jefatura de Tráfico (no se puede hacer online) para actualizar los datos en el Registro de Vehículos, un trámite que cuesta 8,67 euros.
Por último, hay que comprar la etiqueta de la DGT, que está disponible en Correos, DGT o Ideauto, con un precio de entre 5 euros y 6,5 euros, dependiendo de si se compra online o de forma presencial.
Vehículos históricos
Los vehículos históricos también pueden circular por las ZBE. Y no hay excepción, por lo que se puede dar el caso de ver un blindado de la Segunda Guerra Mundial en una ZBE y, si se certifica como vehículo histórico, también un Volkswagen Golf 1.9 TDI mk3 del año 1993, puesto que este año cumple 30 años.
Esto es así porque, según nos dijo la DGT, su uso suele ser discrecional. Según un estudio de la Federación Española de Vehículos Históricos (FEVA), el 61% de los vehículos históricos circulan menos de 20 días al año, por lo que su impacto medioambiental es reducido.
Tampoco es habitual que sus propietarios se metan en pleno centro de una ciudad en hora punta, puesto que lo habitual es circular con ellos los fines de semana y, normalmente, para recorrer distancias pequeñas.
Pero suele decirse que “hecha la ley, hecha la trampa” y este caso no es una excepción, por lo que habrá quien que opte por hacer histórico su incombustible Golf TDI antes que mandarlo al desguace.
Eso sí, todo depende de la nueva normativa para vehículos históricos que está pendiente de aprobación porque existe la posibilidad de que vuelva a ampliarse la antigüedad exigida, que en su día era de 25 años, ahora es de 30 años y podría pasar a 35 o 40 años si la Administración lo decide.
Retrofit
Por último, queda la opción del retrofit a eléctrico: convertir un coche de combustión antiguo en uno eléctrico. En España ya hay empresas que se dedican a tomar un vehículo usado y convertirlo a una tecnología moderna con el objetivo de que ese modelo se pueda utilizar a diario sin los inconvenientes de un clásico.
Es una opción más barata de tener un coche eléctrico que comprar uno nuevo y además se mantiene su encanto, aunque solo sea a nivel estético. Por supuesto, un coche eléctrico tiene la etiqueta CERO de la DGT, por lo al homologar el retrofit se puede conseguir este distintivo.
El precio medio de una conversión de este tipo ronda los 14.000 euros y también hay compañías que directamente venden modelos retrofit. Con cualquiera de ellos se puede entrar en una ZBE, de la misma forma que con un eléctrico completamente nuevo.
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La noticia
Cuatro maneras de que tu viejo coche de gasolina o diésel pueda entrar en las ZBE
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Álvaro Ruiz
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