#Coronavirus: FCA se apoya en antropólogos para saber cómo será el futuro comprador de autos
«Mi abuela solía decir que, antes de la guerra, el consumo de pasta entre los italianos ya era alto, pero no tanto como hoy. Durante el shock de la guerra, las familias que se quedaron en casa no tenían forma de conservar productos como la carne porque todo estaba cortado, como la energía y los recursos. Había muchas restricciones, pero era necesario alimentar a los niños. Lo que fue más fácil de hacer y almacenar fue la masa. Pero luego comenzaron a crear diferentes tipos de pasta, usando diferentes condimentos y salsas. Por lo tanto, nuestra cocina tradicional de pasta fue súper creativa.
Cuando terminó la guerra y el país comenzó a volver a la normalidad, había miles de recetas. En otras palabras, la normalidad regresó, pero con cambios. Algo quedó del período anterior, pero el comportamiento es diferente. Esto es lo que vamos a estudiar para comprender cómo los pequeños cambios que creemos para nuestros productos pueden ser decisivos en el mercado que seguirá. Hay cosas que entrarán en nuestros productos que serán diferentes que antes debido a lo que hemos pasado«.
¿Quién nos comparte este recuerdo alejado de la industria automotriz? El ingeniero italiano Antonio Filosa, presidente de FCA para América Latina, en declaraciones a EstadaoEstadao.
Antonio Filosa, presidente de FCA para América Latina.
El experimentado ejecutivo radicado en Brasil -y que tuvo su paso por Argentina entre 2016 y 2018- nació en Nápoles, y lo que cuenta no es más que su experiencia familiar de la vivencia tras la Segunda Guerra Mundial.
Y ante un hecho traumático como el que se enfrenta actualmente el mundo con la pandemia por COVID-19 es que confirma que la automotriz recurre al asesoramiento de un grupo antropólogos para intentar descifrar el escenario pos-coronavirus.
FCA quiere saber cómo será el consumidor el «día después», y para eso tiene en cuenta los supuestos de que, después de la pandemia, habrá una «nueva normalidad» con cambios en el comportamiento de las personas y la sociedad. Como tras la Segunda Guerra Mundial.
La idea es estar preparado para satisfacer una posible «nueva demanda» en el rubro automóviles que puedan mantener las características de los modelos actuales, aunque con diferentes necesidades.
Un escenario «drámatico»
Filosa opina que el segundo trimestre será «dramático», con una caída de las ventas del mercado brasiñeo de alrededor del 70% en comparación con el mismo período del año pasado. A partir de entonces imagina que la tendencia se irá revirtiendo, aunque siempre con números negativos: una caída del 40% en el tercer trimestre y para el cuarto trimestre una caída de «sólo» un 20%».
Según su óptica, el resultado 2020 será de una reducción del 40% en el mercado total en relación a 2019, cuando se vendieron 2.66 millones de unidades entre autos y comerciales livianos en Brasil.
¿Cuándo todo volverá a la normalidad? El italiano opina que recién dentro de tres años el mercado brasileño volverá a los niveles de 2019.
El día después
Según da cuenta Filosa en su entrevista con Etadao, FCA tiene la intención de volver a la producción en las fábricas de Betim y Goiana a mediados de mayo, para lo cual está preparando las instalaciones para adaptarlas a los nuevos protocolos de salud que se han dispuesto en otras terminales en países como China y Alemania, que ya han reanudado o están reanudando sus actividades. «Si el proceso no es 100% seguro, no volveremos», dice.
Vista aérea de la planta que FCA tiene en Betim, estado de Minas Gerais, Brasil.
Es una inversión extra en un momento en el cual no hay ingresos por ventas, pero según el directivo «éstos son nuestros problemas más pequeños». «El gran problema es que no estamos vendiendo nada, no entra dinero, seguimos teniendo costos, para pagar a nuestros proveedores y abonar salarios, por ejemplo, y todo esto está generando un apagón de efectivo que no podemos resolver solos», dijo en referencia a la necesidad de un acuerdo urgente entre empresas, gobierno y bancos.
Filosa recuerda que la cadena del sector involucra a unas 7 mil empresas que emplean en conjunto a 1.3 millones de personas.