Super Life of Pixel, un viaje necesario para comprender la evolución de los videojuegos desde los 8 hasta los 32-bits
Juegos que rinden tributo al pasado hay muchos, pero pocos lo han hecho del mismo modo que Super Life of Pixel, versión ampliada de aquel Life of Pixel surgido en 2014 para Steam y que ha pisado otros sistemas como Wii U o ya más recientemente PS4 y PS Vita. Un plataformas para nostálgicos.
Porque en este trabajo del estudio Super Icon iniciamos un viaje a los orígenes de los sistemas domésticos de 8-bits hasta llegar a las consolas de 16-bits (Mega Drive y Super Nintendo), con ese añadido tan especial de la Saturn para cubrir el hueco de los 32-bits. Un plataformas que muestra con detalle todas las mejoras técnicas que han experimentado esos sistemas.
Un pedacito de historia fiel a cada generación
Desde el ZX81 de Sinclair hasta el Commodore 64, pasando por la Atari 2600, el ZX Spectrum, la BBC Micro o el Amstrad CPC 464, sin olvidar otras máquinas como Apple II o mi añorado Amiga, Super Life of Pixel hace un repaso con pelos y señales de cada uno de esos sistemas comentando sus principales características y avances para la época, lo que resulta perfecto para comprender mejor cuánto han evolucionado los videojuegos.
Cada hito, como la llegada del color con Atari 2600 o el parallax scrolling con el Commodore 64, donde experimentamos una mejora ostensible en la transición de las pantallas frente al Amstrad CPC 464, se resalta justo al inicio de cada sistema para que lo tengamos en cuenta, aparte de conocer otro tipo de detalles técnicos en relación a su CPU, memoria interna o resolución de vídeo. Una forma divertida de conocer su historia.
Aunque al ser fiel, esto significa que el comienzo será duro, puesto que había más limitaciones en el control y había que calcular los saltos al milímetro, entre otro tipo de escollos. Lo bueno es que, llegados a un punto dentro de la última pantalla del ZX Spectrum, desbloquearemos el doble salto y éste se conservará para el resto de máquinas, lo que aumenta su rejugabilidad.
Porque en Super Life of Pixel hay mucho por descubrir, montones de zonas secretas donde hallaremos gemas y, sobre todo, frutas o helados que nos permitirán desbloquear más sistemas, aparte del simple placer de intentar luchar por el 100% en el menor tiempo posible, algo nada sencillo.
Super Life of Pixel mejora con el tiempo
Cada mundo consta de ocho fases y cada mundo, a su vez, recrea un sistema en concreto, haciendo muchos juegos de palabras en referencia a sus juegos más sonados. Como es lógico, en este viaje tampoco faltan las consolas, con las más representativas de SEGA y Nintendo, como debe ser.
Desde Game Boy y NES hasta Mega Drive y Super Nintendo, sin olvidar tampoco la Master System y la antes citada Saturn. Ahí es donde Super Life of Pixel resulta más disfrutable debido a todos los avances tecnológicos, sin las limitaciones de máquinas como Atari 2600 o el ZX Spectrum.
Además, es donde comenzaremos a ver otro tipo de añadidos, como los power-ups tan típicos de la NES gracias al Super Mario Bros., con esos bloques que golpeábamos con la “cabeza” (en realidad era el puño) de Mario, entre otro tipo de objetos como una mochila propulsora o una tabla de skate.
No es que sea un plataformas imprescindible, porque las limitaciones del salto en los primeros mundos son todo un dolor de muelas (pero sin llegar al extremo vivido/sufrido con Manic Miner y similares), pero hay algo en este trabajo de Super Icon que incita a seguir intentando completar todas sus fases para conocer de otra forma muy especial cuánto hemos cambiado.
- Plataformas: PS4 (versión analizada), PS Vita y Steam
- Multijugador: no
- Desarrollador: Super Icon
- Compañía: White Moon Dreams
- Lanzamiento: diciembre de 2018
- Precio: 8,19 euros (Steam) | 11,99 euros (PSN)
También te recomendamos
Estas son todas las muertes que habrías sufrido sin tecnología
–
La noticia
Super Life of Pixel, un viaje necesario para comprender la evolución de los videojuegos desde los 8 hasta los 32-bits
fue publicada originalmente en
Vida Extra
por
Jarkendia
.