Por qué Renault necesita recortar 3.000 millones de euros y Luca de Meo aún tiene mucho trabajo por delante

Por qué Renault necesita recortar 3.000 millones de euros y Luca de Meo aún tiene mucho trabajo por delante

Renault atraviesa una crisis casi sin parangón. Con una caída sostenida en las ganancias desde 2018, el año pasado publicó las mayores pérdidas de su historia en el primer semestre de 2020, con más de 7.000 millones de euros de balance negativo y un rescate del Gobierno francés.

Antes de desvelar el ambicioso plan de reestructuración “Renaulution” y profundos recortes (de hasta 3.000 millones de euros) la firma del rombo ha publicado los números definitivos de 2020, y no son buenos. Las ventas mundiales no llegan a los tres millones de vehículos, con una caída del 21,3 %.

Acusada caída de ventas en Europa en 2020

Dacia

En un contexto de pandemia mundial, las ventas mundiales del Grupo Renault en 2020 registraron 2.949.849 vehículos, lo que supone un descenso del 21,3 % en un mercado automovilístico que cae un 14,2 %.

En 2019 vendió cerca de 3,8 millones de vehículos.

En Europa la bajada ha sido aún más acusada, con un descenso de las ventas de casi el 26 %. Una caída similar a la que ha ‘firmado’ SEAT en 2020; el Grupo Volkswagen matriculó 9,30 millones de vehículos en todo el mundo durante 2020, lo que supone una disminución del 15,2 %.

El Renault Clio ha sido el vehículo más vendido de su categoría en Europa, con 227.079 unidades vendidas, mientras que Dacia ha registrado un descenso de sus ventas del 31,7% hasta los 385.674 vehículos vendidos.

No obstante, el ZOE sigue batiendo récords de ventas y con un aumento del 101 % respecto a 2019, posicionándose en 2020 como el coche eléctrico más vendido.

Según el fabricante galo, la bajada de las ventas se debe principalmente a su  exposición en países que han sufrido un confinamiento estricto y a la suspensión de sus actividades comerciales en el segundo trimestre, así como una ralentización del mercado en el cuarto trimestre, especialmente en Francia.

Deberá ser una dieta estricta

Linea Montaje

De Meo, que ha aludido en varias ocasiones a la necesidad de que Renault se someta a una “dieta estricta”, ha anunciado en su plan estratégico el objetivo de recortar gastos en 3.000 millones de euros para 2025 (1.000 millones más que los previstos inicialmente).

Como es de esperar, no se ha hablado del impacto que tendrá en el empleo, pero podemos hacernos una idea a partir del nombre que han utilizado para la primera fase del plan, que se extenderá hasta 2023: “Fase Resurrección”.

Para poner en contexto la situación del fabricante, solo hay que echar un vistazo a los dos últimos ejercicios:

2019: la marca cierra el año con una brutal pérdida de beneficios. Las ventas cayeron a 3,8 millones de unidades y los ingresos del grupo disminuyeron un 3,3 %, hasta los 55.527 millones de euros.

El grupo francés contabilizó un beneficio neto de 19 millones de euros al cierre de 2019, lo que supone una reducción de más del 99 %.

En este escenario, la agencia de calificación de riesgo Moody’s rebajó a bono basura (‘Ba1’) a Renault.

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En mayo de 2020 recibió un rescate del Gobierno francés y un préstamo de emergencia aprobado por la Comisión Europea de 5.000 millones de euros para sacar a flote a la marca.

En julio publicó pérdidas récord de 7.386 millones de euros en el primer semestre de 2020.

El balance total de 2020 sigue sin ser bueno, con casi un millón de vehículos menos vendidos que en 2019.

Un gran reto para Luca de Meo

Luca De Meo

Luca de Meo comenzó su aventura como CEO de Renault el pasado mes de julio con una misión clara: revertir la delicada situación económica del grupo galo.

El nuevo directivo ya ha ido avisando de que tanto 2021 como 2022 serán “años duros”, aludiendo a un plan de recortes que antes era de 2.000 millones de euros y que ha sido ampliado a 3.000.

Este movimiento podría suponer prescindir de 15.000 empleados en el mundo (el 8% del total de sus trabajadores).

En España, Renault ya ha planteado ajustes de producción en las fábricas de Valladolid, Palencia y Sevilla, que pondrían en peligro 141 puestos de trabajo.

En total, el grupo automovilístico cuenta con más de 180.000 empleados, 40 plantas de fabricación y 12.700 puntos de venta en todo el mundo.

Renault Valladolid

Aún así, De Meo ha de mostrar cierto optimismo, sobre todo de cara a los inversores:

“El Grupo Renault tiene como objetivo recuperar su competitividad. Nosotros privilegiamos la rentabilidad frente a los volúmenes de ventas, con un mayor margen unitario neto por vehículo en cada uno de nuestros mercados. Los primeros resultados ya son visibles en el segundo semestre de 2020, especialmente en Europa, donde la marca Renault avanza en los canales de venta más rentables y refuerza su liderazgo en el eléctrico”.

2020 también ha estado marcado por importantes cambios en la estructura empresarial.  José Vicente de los Mozos, director mundial de Fabricaciones  ha pasado a asumir además las funciones de presidente-director general de Renault España.

Por su parte, Laurent Rossi, director de estrategia y desarrollo comercial del Grupo Renault, pasó a ocupar el puesto de director general de Alpine el pasado 11 de enero.

“Renault necesita hacer dieta y liberarse de pesos y cosas que no sirven”, dijo De Meo a finales de 2020. Veremos si el plan de reestructuración lo consigue.

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Victoria Fuentes

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